Gazelle

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Gazelle - Jean-François Pignon
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GAZELLE

Cuando, por un bello domingo de primavera de 1978, André Pignon, ganadero y adiestrador se buscó un caballo para una amiga, no pensaba un solo minuto que podría volver con… dos caballos en vez de uno. La media porción como segundo no tenia nada teóricamente para caer en la cuadra. Delgada a estar asustado, sobre largas patas huesosas, su gorda cabeza parecía mal sostenida por su cuello delgado.

Además, su propietario no le ha encontrado mejor futuro que la carnecería. Por fin, hasta la visita de André, porque observando la actitud confiada de la potranca que no deja su hijo Jean-François, 13 años, durante toda la visita, André Pignon se deja hacer ablandar. Por lástima más que por convicción, devuelve la pequeña yegua de 18 meses a sus hijos. Dado que tiene largas patas, se les ocurrió el nombre de Gazelle. Día tras día, Gazella eligió Jean-François. Él comienza su ”educación”. El aprendizaje empieza, tanto para ella como él. Gazelle enseña a su caballero, un poco inexperto, la paciencia y un poco obstinación a la escuela; y él el arte del juego y la confianza en el hombre.

Con dos años y media, la pequeña potranca esta ya montada (sin silla porque una silla cuesta mucho). Jean-François perfecciona su sentada hasta las ventanas de su escuela donde llega, orgullosamente sentado sobre su montura de 1m48¡antes de dejarla en el prado contiguo!

Creciendo, estudian otras técnicas: obstáculo, excursionismo, tiro – con una felicidad muy relativa ya que la sesión se termina tumbados en la nieve – el esquí-joering.
Entonces intentan la caminata; pero la pequeña yegua, que no hace como los otros, decide durante su primer recorrido de ahorrar tiempo y de subir en un van trotando con… su caballero.

 Delante los chascos de su pequeña compañera, Jean-François imagina el espectáculo. ¡Es de familia!

Primero empezar a hacer acrobacias, en la Mar de Arena cerca Paris, entonces crea un número sorprendente donde Gazelle, transformando en un caballo salvaje, se las hace pasar canutas a un hombre prehistórico bastante lastimoso. Persecución amenazadora, encabritarse vigorosamente y locas galopadas se terminan en cariñosa complicidad. El publico de la entera Europa esta loco por la poni hembra y su compañero.
Los talentos de artista de Gazelle no se termina aquí: pare a 4 potros incluyendo la bonita Salsa, que Jean-François pensará asociarla, dando así a la madre atenta una ”segunda respiración” de inspiración. El público adora su impertinencia y su frescura.
Sin embargo, el año pasado, Jean-François ya pensó preservar su querida Gazelle. Y en Barcelona, la que habría debido terminar a la carnicería a 18 meses, deja las candilejas a 23 años, en plena forma, bajo los vivas de millares de espectadores.

Después de todos estos años de juegos desenfrenados, hoy brinca más sabiamente en los prados de los Pignon, profesor sin par de los jóvenes potros atolondrados que le hacen compañía. Mascota indispensable de una familia que le dedica un verdadero culto.